No leer la letra menuda de los seguros médicos de viaje puede causar sorpresas

CONFIADO EN LA PROMESA de "asistencia médica por accidente y enfermedad en el exterior" que ofrecía su tarjeta de crédito, Alejandro Aljure, ingeniero ya pensionado de 63 años, llevaba casi un lustro haciendo viajes internacionales sin más preocupaciones que alistar lo que llama "las tres P": pasaporte, plata y pasajes. Nunca en sus viajes había tenido problemas de salud, pero en noviembre pasado un cálculo renal le dañó un paseo por Houston, Estados Unidos.

Recordó el seguro que le garantizaba su tarjeta de crédito, llamó a la aseguradora y, una vez autorizado, fue a Urgencias de un hospital de la ciudad. Le dieron un analgésico y lo dejaron salir, pero le advirtieron que debía consultar con un urólogo al día siguiente. Tras analizar los exámenes, el especialista le dijo que volvería el dolor. Así fue: 24 horas después debió someterse a un procedimiento para evitar que el cálculo provocara un colapso renal.

La intervención fue el fin de los dolores físicos y el comienzo de una pesadilla. "Es una preexistencia", le sentenció el representante de la aseguradora, y a continuación le dijo que el seguro sólo cubría los gastos de la primera urgencia. Las consultas, el procedimiento y la hospitalización iban por su cuenta. Valor en pesos: 13'000.000  


Claves para identificar un buen seguro y no tener sorpresas

 

Costos y beneficios

 

- Un seguro médico de viaje es una buena inversión cuando se trata de vacaciones cortas y para atender enfermedades imprevistas o accidentes. En Estados Unidos -destino favorito de los colombianos- la atención médica de una gripa puede costar seis millones de pesos, mientras que un seguro de asistencia de 10 días de vigencia cuesta 180.000 pesos.

- La probabilidad de enfermar en un viaje es mayor que en el lugar de residencia. Los cambios de clima, agua y comida, lo mismo que el desgaste por los desplazamientos y el estrés, hacen más vulnerable al organismo. Por ejemplo, uno de cada cinco viajeros sufre de diarrea.

 

Denominadores comunes

 

La mayoría de los seguros de viajes y asistencias no cubren enfermedades preexistentes, aquellas que han aparecido antes de iniciar el viaje, conocidas o no por el paciente. Por eso, las complicaciones derivadas de hipertensión arterial, diabetes, hipotiroidismo, enfermedades coronarias, tumores de próstata y cálculos renales, entre otras patologías, no suelen ser cubiertas por los seguros. Para ello es mejor contar con un seguro médico completo con cobertura internacional.

- La mayoría de los seguros imponen límites o tarifas diferenciales según la edad.

- En caso de accidente o enfermedad durante un viaje, es requisito llamar al asegurador antes de buscar atención médica. No hacerlo pone en riesgo el pago de toda o parte de la asistencia médica.

- Los accidentes causados por embriaguez, consumo de estupefacientes, práctica profesional de un deporte o de deportes extremos no son cubiertos en los seguros de viajes, aunque existen seguros especiales para deportistas.

- Se recomienda al beneficiario de un seguro de viaje informar los números de asistencia a los familiares que quedan en Colombia.

  

* Texto adaptado del artículo original de la redacción de El Tiempo.

 

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